Dolor de mandíbula y ATM

Dolor de mandíbula y ATM (Trastornos temporomandibulares) en Tenerife: recupera la función y alivia el dolor

¿Qué es el tratamiento del dolor de mandíbula y ATM?

Cuando hablamos de “dolor de mandíbula y ATM” nos referimos a los trastornos temporomandibulares (TTM): problemas que afectan a la articulación temporomandibular y a los músculos que intervienen en la masticación. Suelen provocar dolor, chasquidos, bloqueo o limitación para abrir la boca. En Clínica Bajo abordamos estos casos de forma integral, combinando evaluación clínica, pruebas complementarias y un plan de tratamiento individualizado orientado a mejorar la función y reducir el dolor con la máxima seguridad. (Resumen general basado en definiciones clínicas actuales de TTM)

¿Cuándo acudir / síntomas?

Pide valoración si notas uno o varios de estos signos: dolor o sensibilidad en la mandíbula, dolor delante del oído, ruidos articulares (clics o crepitación), dificultad o dolor al masticar, bloqueo al abrir o cerrar la boca, cefaleas frecuentes asociadas a tensión mandibular o cuello cargado. Si los síntomas persisten, son intensos o afectan a tu alimentación y descanso, conviene una revisión para descartar daños articulares y pautar tratamiento. En Clínica Bajo (Arona–Los Cristianos, Tenerife) te orientamos desde la primera visita con un enfoque clínico y prudente.

Causas y factores de riesgo

Frecuentes: sobrecarga muscular (apretamiento o bruxismo), desequilibrios oclusales, estrés mantenido, microtraumatismos repetitivos (hábitos posturales), hipermovilidad.
Menos comunes: traumatismos directos en mandíbula, alteraciones internas del disco articular, artritis o procesos degenerativos, secuelas de tratamientos previos o malformaciones. Cada caso puede tener más de un factor implicado, por eso la historia clínica y la exploración son claves para priorizar qué tratar primero.

Diagnóstico (pruebas y criterios)

El diagnóstico empieza por una exploración clínica de la articulación y de la musculatura masticatoria, valoración de apertura, ruidos articulares y puntos dolorosos. Según el caso, podemos indicar radiografías dentales para ver dientes y mandíbula; TC/CBCT para estudiar con detalle los componentes óseos; y RM cuando necesitamos analizar el disco y tejidos blandos. También pueden ser útiles registros oclusales, fotometría y, si procede, un estudio de ortodoncia. El objetivo es confirmar el tipo de trastorno, su gravedad y la prioridad terapéutica.

Tratamiento / Pasos

Nuestro plan es por fases, adaptado a tu situación clínica:

  1. Medidas conservadoras y educación del paciente. Recomendaciones de hábitos, ergonomía mandibular, pautas de reposo articular y control del estrés.
  2. Férulas oclusales personalizadas (cuando están indicadas) para descargar la articulación y la musculatura, y proteger los dientes si existe apretamiento.
  3. Fármacos de apoyo en periodos limitados (analgésicos/antiinflamatorios, relajantes musculares bajo criterio médico).
  4. Fisioterapia orofacial/ejercicios terapéuticos: trabajo de movilidad y estiramientos específicos, supervisados.
  5. Tratamientos dentales asociados, si procede: ajuste oclusal selectivo, ortodoncia para corregir maloclusiones, restauraciones o prótesis cuando falten piezas y condicionen la mordida.
  6. Opciones avanzadas (mínimamente invasivas o quirúrgicas) se contemplan solo si fracasan las terapias conservadoras y el diagnóstico lo respalda, tras derivación y estudio conjunto.

La mayoría de pacientes mejora con medidas conservadoras bien pautadas; las opciones invasivas se reservan para casos seleccionados.

Cuidados y recuperación

Suelen indicarse hábitos de protección articular (evitar abrir al máximo, bostezos forzados y alimentos muy duros o pegajosos), técnicas de calor local para musculatura, higiene del sueño, ejercicios suaves de movilidad y estiramiento, y seguimiento de uso de férula si se receta. Un control periódico permite ajustar el plan, reducir medicación cuando procede y consolidar la mejoría funcional.

Contraindicaciones / Precauciones

Cualquier dolor intenso, bloqueo súbito, traumatismo facial reciente o sospecha de patología sistémica requiere valoración prioritaria. El uso de medicación se limita y personaliza según antecedentes médicos. Las técnicas invasivas solo se consideran tras fracaso de terapias conservadoras y con diagnóstico claro; no son la primera línea en TTM no complicados. Si estás embarazada, en tratamiento anticoagulante o tienes enfermedades reumatológicas, lo tendremos en cuenta antes de indicar pruebas o terapias.

Resultados esperables (realistas)

Con un enfoque conservador y bien monitorizado, lo habitual es disminuir el dolor y mejorar la apertura y la función en semanas a pocos meses, dependiendo del punto de partida y la adherencia a las pautas. Cuando existen factores perpetuadores (estrés mantenido, bruxismo nocturno, alteraciones oclusales), el mantenimiento y la revisión periódica ayudan a prevenir recaídas. No prometemos resultados inmediatos; trabajamos con objetivos realistas y medibles en cada fase.

Preguntas frecuentes

¿Podéis darme un presupuesto por teléfono o email?
 No. Lo elaboramos tras la valoración clínica y las pruebas necesarias, porque cada caso es diferente.

¿La valoración incluye radiografías?
 El especialista decide qué pruebas se necesitan para tu diagnóstico (radiografías, TC/CBCT o RM si procede).

¿Por qué no publicáis precios?
 Porque no hay dos TTM iguales. Defendemos el diagnóstico personalizado y la seguridad clínica.

Dolor de mandíbula y ATM (Trastornos temporomandibulares) en Tenerife: recupera la función y alivia el dolor

¿Qué es el tratamiento del dolor de mandíbula y ATM?

Cuando hablamos de “dolor de mandíbula y ATM” nos referimos a los trastornos temporomandibulares (TTM): problemas que afectan a la articulación temporomandibular y a los músculos que intervienen en la masticación. Suelen provocar dolor, chasquidos, bloqueo o limitación para abrir la boca. En Clínica Bajo abordamos estos casos de forma integral, combinando evaluación clínica, pruebas complementarias y un plan de tratamiento individualizado orientado a mejorar la función y reducir el dolor con la máxima seguridad. (Resumen general basado en definiciones clínicas actuales de TTM)

¿Cuándo acudir / síntomas?

Pide valoración si notas uno o varios de estos signos: dolor o sensibilidad en la mandíbula, dolor delante del oído, ruidos articulares (clics o crepitación), dificultad o dolor al masticar, bloqueo al abrir o cerrar la boca, cefaleas frecuentes asociadas a tensión mandibular o cuello cargado. Si los síntomas persisten, son intensos o afectan a tu alimentación y descanso, conviene una revisión para descartar daños articulares y pautar tratamiento. En Clínica Bajo (Arona–Los Cristianos, Tenerife) te orientamos desde la primera visita con un enfoque clínico y prudente.

Causas y factores de riesgo

Frecuentes: sobrecarga muscular (apretamiento o bruxismo), desequilibrios oclusales, estrés mantenido, microtraumatismos repetitivos (hábitos posturales), hipermovilidad.
Menos comunes: traumatismos directos en mandíbula, alteraciones internas del disco articular, artritis o procesos degenerativos, secuelas de tratamientos previos o malformaciones. Cada caso puede tener más de un factor implicado, por eso la historia clínica y la exploración son claves para priorizar qué tratar primero.

Diagnóstico (pruebas y criterios)

El diagnóstico empieza por una exploración clínica de la articulación y de la musculatura masticatoria, valoración de apertura, ruidos articulares y puntos dolorosos. Según el caso, podemos indicar radiografías dentales para ver dientes y mandíbula; TC/CBCT para estudiar con detalle los componentes óseos; y RM cuando necesitamos analizar el disco y tejidos blandos. También pueden ser útiles registros oclusales, fotometría y, si procede, un estudio de ortodoncia. El objetivo es confirmar el tipo de trastorno, su gravedad y la prioridad terapéutica.

Tratamiento / Pasos

Nuestro plan es por fases, adaptado a tu situación clínica:

  1. Medidas conservadoras y educación del paciente. Recomendaciones de hábitos, ergonomía mandibular, pautas de reposo articular y control del estrés.
  2. Férulas oclusales personalizadas (cuando están indicadas) para descargar la articulación y la musculatura, y proteger los dientes si existe apretamiento.
  3. Fármacos de apoyo en periodos limitados (analgésicos/antiinflamatorios, relajantes musculares bajo criterio médico).
  4. Fisioterapia orofacial/ejercicios terapéuticos: trabajo de movilidad y estiramientos específicos, supervisados.
  5. Tratamientos dentales asociados, si procede: ajuste oclusal selectivo, ortodoncia para corregir maloclusiones, restauraciones o prótesis cuando falten piezas y condicionen la mordida.
  6. Opciones avanzadas (mínimamente invasivas o quirúrgicas) se contemplan solo si fracasan las terapias conservadoras y el diagnóstico lo respalda, tras derivación y estudio conjunto.

La mayoría de pacientes mejora con medidas conservadoras bien pautadas; las opciones invasivas se reservan para casos seleccionados.

Cuidados y recuperación

Suelen indicarse hábitos de protección articular (evitar abrir al máximo, bostezos forzados y alimentos muy duros o pegajosos), técnicas de calor local para musculatura, higiene del sueño, ejercicios suaves de movilidad y estiramiento, y seguimiento de uso de férula si se receta. Un control periódico permite ajustar el plan, reducir medicación cuando procede y consolidar la mejoría funcional.

Contraindicaciones / Precauciones

Cualquier dolor intenso, bloqueo súbito, traumatismo facial reciente o sospecha de patología sistémica requiere valoración prioritaria. El uso de medicación se limita y personaliza según antecedentes médicos. Las técnicas invasivas solo se consideran tras fracaso de terapias conservadoras y con diagnóstico claro; no son la primera línea en TTM no complicados. Si estás embarazada, en tratamiento anticoagulante o tienes enfermedades reumatológicas, lo tendremos en cuenta antes de indicar pruebas o terapias.

Resultados esperables (realistas)

Con un enfoque conservador y bien monitorizado, lo habitual es disminuir el dolor y mejorar la apertura y la función en semanas a pocos meses, dependiendo del punto de partida y la adherencia a las pautas. Cuando existen factores perpetuadores (estrés mantenido, bruxismo nocturno, alteraciones oclusales), el mantenimiento y la revisión periódica ayudan a prevenir recaídas. No prometemos resultados inmediatos; trabajamos con objetivos realistas y medibles en cada fase.

Preguntas frecuentes

¿Podéis darme un presupuesto por teléfono o email?
 No. Lo elaboramos tras la valoración clínica y las pruebas necesarias, porque cada caso es diferente.

¿La valoración incluye radiografías?
 El especialista decide qué pruebas se necesitan para tu diagnóstico (radiografías, TC/CBCT o RM si procede).

¿Por qué no publicáis precios?
 Porque no hay dos TTM iguales. Defendemos el diagnóstico personalizado y la seguridad clínica.