Durante el verano hay algo imprescindible de lo que no nos podemos olvidar si queremos cuidar nuestra piel y nuestra salud: el protector solar. Y es que, aunque cada vez estamos más concienciados respecto a los efectos negativos del sol en la piel, no siempre tomamos las precauciones necesarias.
Cuando nos exponemos al sol por mucho tiempo porque estamos disfrutando de la playa o la piscina no convertimos en el blanco fácil para los rayos UVB y UVA. Aunque lo cierto es que debemos protegernos del sol a diario, sobre todo en esta época de verano, cuando las temperaturas son más altas y el sol nos afecta hasta cuando andamos por la calle.
El protector solar, ¿cuál elegimos?
Hoy en día encontramos en el mercado un sin fin de posibilidades a la hora de escoger un protector solar. Lo primero en lo que nos fijamos es en su SPF (Sun Protecting Factor) que nos indica el tiempo que retrasa la aparición de una quemadura. En este sentido, es ideal adquirir el de valor más alto, ya que nos protegerá por más tiempo.
Es fundamental tomarnos nuestro tiempo para elegir la crema adecuada, leer sus características, y tener en cuenta el fototipo de nuestra piel, es decir, cuanto de sensibles somos al sol. También debemos fijarnos de que indica que nos protege en “amplio espectro” que significa que no solo detiene los efectos de los rayos UVB, también de los rayos UVA.
Es importar leer las etiquetas y dejarnos ayudar por expertos para elegir una crema que nos garantice la salud. Sin ir más lejos, no podemos dejar de mencionar la polémica del verano respecto a ISDIN Fotoprotector Pediatrics Transparent Spray SPG 50+ y Barbaria Solar Infantil Spray Protección, las cuales han sido denunciadas por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) por tener realmente un SPF más bajo del que anuncia, y por tanto no ser recomendadas para niños.
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